TDAH, TDA y el Tiempo Frente a la Pantalla: Lo Que Todo Padre Debe Saber
En el mundo digital de hoy, los niños están rodeados de pantallas: celulares, tablets, televisores y videojuegos forman parte de su vida diaria. Aunque la tecnología puede ser útil y entretenida, el exceso de tiempo frente a pantallas se ha relacionado con dificultades de atención, especialmente en niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) o TDA (sin hiperactividad).
La Relación Entre Pantallas y Atención
Estudios muestran que el uso excesivo de pantallas puede aumentar la inatención, la impulsividad y la hiperactividad. El contenido rápido y constantemente cambiante puede sobreestimular el cerebro, dificultando que los niños se concentren en situaciones cotidianas como la escuela o al conversar.
Los niños con mayor tiempo frente a la pantalla pueden:
- Tener más dificultad para controlar impulsos
- Mostrar una menor capacidad de concentración
- Experimentar cambios de humor o inquietud
- Presentar problemas para completar tareas
En niños ya diagnosticados con TDAH o TDA, el contenido desestructurado puede agravar los síntomas y dificultar la autorregulación.
¿Por Qué Afecta al Desarrollo Cerebral?
El cerebro infantil aún está en formación. Lo que ven, y cuánto tiempo lo ven, influye en su forma de pensar, sentir y comportarse. La estimulación constante de las pantallas puede hacer que el mundo real les parezca aburrido o poco interesante.
Por el contrario, el contenido estructurado, pausado y educativo puede ayudar a mejorar la atención, siempre que se combine con límites sanos, guía parental y momentos sin pantallas.
Consejos para un Uso Saludable de Pantallas
- Limita el uso a 1–2 horas diarias de contenido de calidad
- Mira junto a ellos y conversa sobre lo que ven
- Elige programas con valores, ritmo tranquilo y mensaje positivo
- Promueve actividades como leer, jugar al aire libre o crear arte
- Establece horarios libres de pantallas, como durante las comidas o antes de dormir
Para Reflexionar:
Las pantallas no son el enemigo, pero el uso que se les da sí importa. Si estás criando a un niño con TDAH o simplemente quieres fomentar la concentración y el equilibrio emocional, usar el tiempo frente a la pantalla de forma intencional es clave.