Saltar al contenido

Películas recientes AVATAR: El sentido del agua

 

El antiguo marine Jake Sully se ha convertido en un auténtico na'vi en Pandora, y ha tenido tres hijos con su mujer Neytiri, Neteyam, Lo-ak y Tuk, y además han adoptado a Kiri, hija del avatar de la fallecida doctora Grace. Viven en los bosques en plena naturaleza, en una comunión muy especial con la diosa Eywa, y con los chavales constituye un animado compañero de juegos el humano Spider, hijo del coronel Miles, que no pudo regresar a la Tierra. Pero la felicidad es frágil, y la gente del cielo llega de nuevo procedente de una Tierra que se muere, buscando el equilibrio y la supervivencia en la nueva frontera que supone Pandora; y saben que toca desactivar al hombre que los echó de ahí, Jake, para lo que traen a un equipo de marines recombinados, avatares hechos a partir de clones con los recuerdos y adiestración de sus referentes, y a los que lidera el alter ego del coronel Miles, al que Neytiri dio muerte. Para evitar poner en peligro a los na'vi, los Sully dejan el bosque y piden refugio en un poblado de los metyakina, nativos que viven en el mar y que se mueven bajos las aguas casi como peces.

 

Trece años ha tardado James Cameron en entregar una segunda entrega de Avatar, tiempo más que suficiente para acometer sus aventuras submarinas en las Fosas Marianas, para reunir miles de páginas con notas e ideas para expandir el mundo de Pandora, y para que la mejora de la tecnología de los efectos visuales basados en el movimiento y captura de actores para crear criaturas alcanzara cotas insospechadas. Puede parecer mucho tiempo, pero el resultado, ofrecido en 3D, es sencillamente deslumbrante, para dejarte con la boca abierta, un despliegue apabullante, donde conviven en el mismo plano numerosos nativos de Pandora de los distintos pueblos y clanes, y en que al bosque del primer film se suman las aguas del mar, y a las criaturas voladoras las de imaginativos animales parecidos a los cetáceos. Sorprende la expresividad de los na'vi y metyakina, personajes de distintas edades, niños, adolescentes, jóvenes, maduros. Y en fin, el despliegue de naves, embarcaciones, submarinos y robots al estilo transformers, aunque también con curiosos diseños arácnidos, parece no tener fin.

Cameron nunca ha logrado un Oscar al mejor guión, en realidad los libretos de sus películas nunca han sido nominados en esta categoría. En este apartado, en una historia en la que han participado hasta cinco personas, opta por una narración lineal clásica, bien atada pero sin grandes complicaciones, y que sirve para ofrecer aventuras mil, y conflictos de entidad. En el nuevo film, la familia importa, y tenemos la preocupación de los padres por los hijos, la rebeldía adolescente y el no sentirse comprendido, la desobediencia y el meterse en líos, la atracción amorosa... Además se siembran dudas sobre la identidad del padre de Kiri, y se saben sugerir sentimientos paternofiliales entre el villano y duro coronel y el diablillo Spider. Y asoman los sentimientos de venganza, del coronel hacia los Sully, y de la matriarca hacia al hombre que mató antaño, y que se diría un demonio por su reaparición. No es un film para el lucimiento actoral, pero el reparto está bien escogido, con un buen puñado de actores que repiten con Cameron respondiendo a su llamada, por supuesto Zoe Saldaña, Sam Worthington, Sigourney Weaver, Stephen Lang y Kate Winslet, y otros nuevos, muchos niños desconocidos, y todos lo hacen bien.

 

No faltan además los elementos medioambientales, una espiritualidad de corte quasi-panteísta de unión con la naturaleza, la unión con los antepasados y la contraposición entre los cazadores que muestran muy poco respeto hacia sus presas, y éstas, que presentan cualidades inteligentes sorprendentes.

La película es larga, y hasta muy larga, pero es evidente que es tremendamente entretenida, como un soberbio espectáculo de feria, una montaña rusa que es toda una experiencia, por lo que es altamente disfrutable. El cinéfilo detectará guiños a muchas películas, e incluso al cine del propio Cameron, en que la acción de los marines retrotrae por ejemplo a Aliens, el regreso, mientras que el último tramo con embarcación a punto de hundirse y rescates es puro Titanic. Hasta en los atisbos de humanidad que acaban aflorando en el coronel podríamos pensar en el robot con sentimientos de Terminator 2: El juicio final. Y hasta referencias literarias a Shakespeare y Melville.

 

Para ver más comentarios de películas, ingresar a www.decine21.com