Saltar al contenido

Películas emotivas para la familia: Una familia verdadera

 

Madre de acogida

Anna y su marido acogen temporalmente a Simon, un bebé de dieciocho meses, al que tratan como a sus otros hijos. Su padre biológico, viudo, no puede hacerse cargo de él. Parece un chico muy débil, por lo que le sobreprotegen en todo momento. Cuando el chaval tiene seis años aparece su progenitor, que reclamará su custodia, pero Anna no está dispuesta a dejar ir al muchacho. 

Segundo largometraje del francés Fabien Gorgeart, tras el poco conocido Diane a les épaules. Se ha propuesto ilustrar al espectador con pelos y señales sobre la realidad de las familias de acogida, y sobre todo en la tristeza de la separación del chico al que han criado. Hace hincapié en detalles como la dificultad de los niños para aceptar que tenga que irse quien ha sido un auténtico hermano para ellos, la adaptación paulatina del muchacho a su nueva realidad, que empieza por dejar de llamar 'madre' a quien lo ha sido hasta ese momento, etc. El cineasta consigue numerosas escenas emotivas.

El film tiene buenas intenciones, pues se estrenó en su país después de numerosas noticias en los periódicos sobre madres de acogida abusivas. Aquí se muestra que la mayoría hacen mucho bien, pese a las dificultades para conseguir que niños con problemas tengan una vida normal. No desentona nadie en el reparto, aunque se lucen sobre todo Mélanie Thierry, como Anna, y el pequeño Gabriel Pavie, que muestra espontaneidad como Simon.

Para ver más comentarios de películas, ingresar a www.decine21.com