LA FAMILIA, PRIORIDAD DE TODOS
Redactado por
Maria Teresa Arango Psicóloga
La Familia es uno de los pilares del bienestar más importantes en la vida de un ser humano.
La vida junto a los miembros de tu familia es toda una experiencia, porque juntos comparten una historia, toman decisiones importantes y en general conviven el día a día. La familia hace Hogar, unión, genera cariño y para sus integrantes es considerado un refugio; un lugar donde pueden ser ellos mismos rodeados de sus seres queridos.
La familia se irá fortaleciendo con el tiempo. Ella no se hace sola por el solo hecho de que hay Papá, Mamá e hijo(s). Más allá de la fuerza de los vínculos de cariño, alimentar el amor es un compromiso marcado por el bien común. En toda familia, como en cualquier entidad o núcleo, deben existir reglas, pero también debe existir momentos de diversión, en dónde se compartan experiencias y se formen todos esos buenos recuerdos que tenemos de la infancia y juventud con sus paseos, vacaciones, cumpleaños, “la primera vez que…” juegos, Navidades, etc.
Por lo tanto, recuerda que una familia feliz y unida no es un propósito sino un punto de llegada, al que queremos llegar todos a través de un constante proceso de aprendizaje que nace desde el respeto, la comprensión, la empatía y la sinceridad.
Que debemos fomentar en la Familia
- Hacerles ver con nuestro ejemplo que la familia siempre estará para apoyar a cada uno cuando más lo necesite y que siempre habrá confianza entre sus integrantes. Hacer ver que somos un equipo, todos para uno y uno para todos. Con el tiempo esto formará un sentimiento de comunidad familiar y de pertenencia que todos considerarán única, incluso luego de que cada uno tome su camino.
- Aceptar a cada uno de los miembros de familia.
En ellas es increíble como siendo hijos de los mismos padres, los hijos pueden ser tan distintos y cada uno tener puntos de vista tan diferentes. Lo importante es una comunicación respetuosa donde se busque un equilibrio a través del dialogo.
- Disfrutar de la Compañía y el Contacto frecuente.
A veces el estrés del trabajo es llevado al hogar, esto puede causar peleas, discusiones fuertes y heridas emocionales que marcan a sus integrantes. Se debe disfrutar un poco más de la compañía de la familia y convertirlos en momentos de calidad. Tratemos de dejar pasar mucho tiempo cada uno solo en su cuarto, después de las obligaciones, intégrense en alguna actividad común; y más cuando los hijos se van haciendo mayores, hay que promover la cercanía y el contacto frecuente y buscar motivos para reuniones más allá de las fechas de cumpleaños, matrimonios y eventos. ¡Vivan juntos cada día!
- Compartan historias
El almuerzo o la cena y aun mejor, la “sobre mesa” es ideal para promover la comunicación y para contarse historias, anécdotas, ¿y por qué no? Hasta chistes sanos. Los hijos siempre quieren saber cómo vivían los jóvenes. Es el momento también para pregúntales qué hicieron durante el día y si ellos te cuentan una historia, compleméntala contándole algo que tu hacías de joven.
- Rituales familiares
Es importante construir esto rituales, pueden ser religiosos, patrióticos o simplemente de cada familia. Hay otros, como por ejemplo tener una noche de cine, salir a pasear los domingos, o ir de viaje durante un feriado en particular, con el tiempo se volverán gratos recuerdos y serán respetados por todos los miembros de la familia.
- El que Une:
Siempre va a haber alguno que asume el rol de unir a los demás. Incentivarlo y tratar de que todos respondan al líder que siempre estará buscando la forma de unir. “Mi hermana quiere que todos juguemos a…”, Dale, vamos un rato”. Y cuando están mayores y lejos, únanse al chat de familia que creó e intercambien fotografías y videos de la familia.
- Cualquier problema o error se debe corregir conversando y explicando porqué estuvo mal lo que se hizo y la gravedad de las consecuencias. Gritar no soluciona nada, solo logra que el ambiente sea más tenso para los niños y vivan asustado de cometer un error.
- Discusiones Familiares:
En la vida familiar es frecuente que se den discusiones entre la pareja, estas pueden ser sobre cosas insignificantes que ocurren en el momento o sobre temas mucho más serios que afecten el núcleo familiar. Se prudente y no discutas frente a los hijos ya que esto puede crear mayores problemas en ellos.
Actuando en coherencia con nuestras expectativas de sentir que la familia es una prioridad a la que se le debe dedicar tiempo y espacio, te llevara a lograrlo.
Virtudes para mantener una familia unida
Tomo estas 5 virtudes de Maite Nicuesa (2018) Licenciada y Doctora en Filosofía por la Universidad de Navarra.
- Paciencia. Tu ritmo no siempre está acompasado con el de los demás. Por medio de la paciencia, descubres la importancia de aprender a esperar.
- Comprensión. Nunca infravalores las preocupaciones de otros familiares porque para cada ser humano su sufrimiento tiene una relevancia visible. Ofrece más comprensión y menos juicios de valor.
- Prudencia. Por ejemplo, cuando un miembro de la familia te ha contado en confianza una información que no quiere que conozcan los demás seres queridos, entonces, ten la prudencia de respetar la voluntad de esa persona.
- Generosidad. Demuestras esta virtud al dedicar tiempo a los demás siendo consciente de que tu presencia es un bien para aquellas personas que te quieren de verdad.
- Sinceridad. Tus seres queridos merecen honestidad por tu parte. Pero, lo más importante, tú también mereces asumir este compromiso ético contigo mismo.
Fomentemos estas virtudes para poder tener y mantener una familia unida y feliz.
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